Hermosas palabras de un hombre que se ha dedicado a estudiar la Palabra de Dios, pero, que al mismo tiempo, la vive en forma CONCRETA ayudando a muchos a ser mejores personas y también educando a los que queremos ser más como Jesús.
FUEGO EN TU MIRAR
martes, 14 de mayo de 2013
Javier Picaza, un gran teólogo, filósofo y escritor.
Hermosas palabras de un hombre que se ha dedicado a estudiar la Palabra de Dios, pero, que al mismo tiempo, la vive en forma CONCRETA ayudando a muchos a ser mejores personas y también educando a los que queremos ser más como Jesús.
lunes, 12 de diciembre de 2011
Encontré este video en la web del ministerio Integridad y Sabiduría: es un debate entre el Ps. Miguel Núñez y un defensor del homosexualismo... a todos los cristianos teólogos y biblistas, pastores y cualquier otro minsiterio que tengamos los cristianos... vean este video y sepamos cómo defender nuestra fe y tener argumentos médicos científicos y teológicos que traen abajo la conducta homosexual, la cual no es una enfermedad sino una opción... Dios los bendiga.
Este video en relativamente largo, pero creo que debemos tomarnos el tiempo para informarnos del tema, ya que nos hace mucha falta como cristianos y como defensores de nuestra fe, quizás también podamos tomar el ejemplo de este espacio para poder hacer uno similar aquí en el Perú y así discutir, analizar y defender cada uno las diferentes posturas que tenemos de algún tema ya sea polémico o no sin alterarnos, faltarnos el respeto y mucho menos encasillar a la persona por prejuicios personales.
Dios nos bendiga.
lunes, 8 de agosto de 2011
EL MATRIMONIO, SEGÚN LA BIBLIA

Queremos derechos, pero no obligaciones. Queremos recibir, pero no dar; queremos que los otros se nos den, pero no nos damos nosotros mismos a los demás como debiéramos. No queremos normas, barreras, leyes absolutas, mandamientos o principios que nos trasciendan; queremos estar en control y dictar nosotros mismos el curso de lo que acontece en nuestras propias vidas.
Lo que impera por encima de todo y, literalmente, a cualquier precio es nuestro propio “yo”… el ego exaltado. Todo gira a nuestro alrededor y la percepción de la realidad que nos envuelve nos sugiere que las cosas o incluso las mismas personas sólo tienen sentido en tanto sean útiles para satisfacer nuestras necesidades ya sean estas de ocio, afectivas o de autorrealización emocional.
El marco de una celebración matrimonial, sin embargo, apunta hacia una manera totalmente distinta de leer y de entender la realidad de nuestra existencia. La ocasión especial de una ceremonia nupcial nos sugiere que hay otra manera de entender y construir relaciones personales, lejos de la mentalidad egocéntrica de la sociedad en la que vivimos.
Teniendo en cuenta la mentalidad egocéntrica de la sociedad en la que vivimos, por su puesto “someteos unos a otros” no son palabras que uno escuche a diario en el mundo de los negocios; no se trata tampoco de un eslogan publicitario o de un principio de liderazgo empresarial. “Someteos unos a otros” son, por tanto, palabras un tanto desconcertantes en el contexto en el que vivimos; pero con estas palabras, Dios -por medio del apóstol Pablo- nos instruye, nos da unas normas, mandamientos o principios que, precisamente, delimitan o establecen los términos apropiados para una relación de matrimonio (y nunca mejor dicha la frase) tal y como Dios manda. El hecho es que estas declaraciones, supuestamente machistas, de la Biblia, no lo son tanto o mejor dicho no son para nada machistas si las leemos en su contexto, que no es otro sino el de la sumisión mutua de los esposos: “someteos unos a otros”, pues es así como empieza la sección. Y para ser más precisos, la expresión completa es “someteos unos a otros en el temor de Dios” (Efesios 5:21).
Cómo resuelve la Biblia la aparente contradicción de términos entre la libertad y la igualdad del hombre y de la mujer, con el mensaje de mutua sumisión en el marco del matrimonio. Siguiendo el razonamiento del apóstol Pablo en Efesios 5, hoy vamos a ver –entre otras cosas- cómo lejos de un egalitarismo total, lo que la Biblia nos presenta es una visión complementaria entre el hombre y la mujer que, aún siendo iguales en dignidad, fueron creados diferentes para complementarse mutuamente.
Con tal de dar solidez a su argumento, Pablo recurre a dos figuras que refuerzan la idea del matrimonio como algo ideado por Dios para el hombre y la mujer en el marco ideal (aunque aparentemente contradictorio) de igualdad y libertad de unas relaciones de mutuo sometimiento. Para ello, Pablo recurre al relato de la creación y a la figura de Cristo y su iglesia como modelo que ha de guiar la relación matrimonial.
Según Génesis 2, que es el texto de la creación al que Pablo alude en Efesios 5, Dios creó a Adán primero y lo puso solo en el jardín. Luego en el versículo 18, el Señor dijo: “No es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para él.” Así, la idea que se nos transmite es que Dios creó a Adán como un ser social que -por decirlo de una forma gráfica- no disfruta lo mismo viendo una puesta de sol en solitario, que haciéndolo en compañía.
Del mismo autor aprendemos que al crear a Eva con idéntica dignidad personal que Adán, pero diferente a Adán en tanto que mujer, Dios proveyó la posibilidad de una unión profunda que de lo contrario hubiese sido imposible. De hecho, hay un tipo diferente de unidad que se disfruta en la unión de partes complementarias que la que se disfruta de dos cosas iguales. Por ejemplo, cuando todos cantamos una misma línea de melodía, lo que hacemos es cantar al unísono (un sonido). Sin embargo, cuando unimos diversas líneas de soprano, contralto, tenor y bajo, lo que creamos es una armonía; y todo el que tiene un buen oído sabe que algo más profundo en nosotros es movido por el sonido de una bella armonía que lo es por el sonido de una melodía cantada al unísono. Es por eso que Dios, al crear un igual para Adán, crea una mujer, no a otro hombre… iguales, pero diferentes. Dios creó y diseñó la heterosexualidad como el marco de unión intima y complementaria entre el hombre y la mujer.
La primera institución de Dios, por lo tanto, fue el matrimonio. Y este matrimonio Dios lo ideó no como una relación construida en base a la igualdad absoluta, sino a la diferencia complementaria; tampoco lo creó en base a las necesidades de uno mismo, sino que se trata de una relación orientada a suplir las necesidades del otro. Y la única manera de que esto sea posible es mediante la sumisión mutua. Buscando no mis derechos, no mi gratificación, no mi autorrealización y mi bien personal a toda costa, sino el bien del otro o de la otra, que es el amado o la amada.
Es en este marco de sumisión mutua, de entrega generosa y desinteresada, buscando edificar al otro y no a uno mismo, que la mujer se sujeta a su marido y el marido ama y se entrega sin reservas a su mujer, tal y como nos sugieren las palabras del apóstol. Y el modelo que ha de servir como inspiración para esta relación matrimonial, es la relación perfecta -también de sometimiento muto- que se establece entre Cristo y la iglesia. Pues Cristo amó y se entregó sin reservas por su iglesia y ésta le honra estando sujeta él como cabeza.
¿Qué significa esto exactamente? El apóstol emplea el termino “misterio” no tanto porque no podamos saber nada acerca de ello, sino más bien porque no podemos llegar a comprenderlo todo al respecto. Creo que la expresión “misterio” significa que Dios creó la institución del matrimonio como realidad que encierra o contiene en sí misma un significado mucho mayor que lo que se puede percibir a simple vista. “Grande es este misterio (declara el apóstol Pablo después de citar Génesis 2 sobre el hombre y la mujer convirtiéndose en una sola carne); mas yo digo esto (aclara el mismo Pablo) respecto de Cristo y de la iglesia.” Es decir, que Dios no creó la unión de Cristo y de la iglesia cogiendo como modelo el matrimonio humano; sino lo contrario, que siendo Dios el autor de la vida, creó el matrimonio humano según el patrón de la relación de Cristo y su pueblo. El matrimonio, por lo tanto, es una parábola o símbolo sacramental que apunta hacia la relación de Cristo y su pueblo. Y esto, sabemos que es de forma analógica (como un símil) que no necesariamente corresponde al cien por cien, pero que en su justa medida refleja algo de esa misma realidad.
Por lo tanto, lo que Dios ha unido en matrimonio, debe ser reflejo de la unión entre el Hijo de Dios y su esposa, que es la iglesia. Y en esta relación, Cristo es la cabeza y la iglesia se halla sujeta a su Señorío. Un señorío que no es de imposición, sino de servicio. Pues “el que dirige sea como el que sirve” dijo Jesús en una ocasión (Lucas 22:6). Y este mismo Jesús es a quien vemos, poco antes de ser entregado y morir en la cruz por nuestros pecados, lavando los pies de sus discípulos.
Es este tipo de liderazgo, el liderazgo del Siervo de Dios por excelencia, el que debe inspirar la relación del marido con su esposa. Es por eso que lo que se espera de un esposo, es que se someta en servicio de amor y entrega sin reservas a su esposa. Lo cual resultará (y esta es la clave para entender que estas palabras para nada devalúan a la mujer) en que ella quiera vivir sujeta, es decir, sometida libremente, a un hombre que la ame de tal manera.
De manera que bien entendido, lejos de ser denigrante para alguna de las dos partes, el sometimiento mutuo eleva al otro o a la otra en nuestra relación de pareja; lo que debe inspirar en ambos una actitud de servicio procurando la satisfacción del esposo o de la esposa y no la de uno mismo. Todo lo contrario a esa cultura del ego exaltado que hablábamos antes. La consigna, por lo tanto, es librarse de cualquier estructura opresiva o concepto que nos imponga limites o que de alguna manera nos condicione o nos minimice.
Tema sacado del Blog Kerigma.net.
¿Quién es tu Dios?
martes, 2 de agosto de 2011
Definitivamente escuchar la Palabra a través de un audio es mucho más impactante que sólo leerla... Dios bendiga a las personas que tienen el talento y el tiempo para regalarnos este material; y también bendiga Dios a todos los que invertimos tiempo y dinero en escuchar los audios, pero más que eso, PONERLOS EN PRACTICA en nuestra vida diaria.
martes, 7 de junio de 2011
Tal como piensas así eres
miércoles, 18 de mayo de 2011
¿Qué cristanismo estas viviendo?
Para pensar... y ACTUAR.